Periodismo y responsabilidad
¿Hace bien su trabajo la prensa? Las redes sociales han permitido una explosión de opiniones que son una oportunidad y también un riesgo para la democracia. En el caso del ejercicio periodístico el espacio digital ha permitido a las audiencias interpelar, criticar y cuestionar el trabajo de quienes nos dedicamos a la comunicación. Hay que celebrar esa posibilidad que permite a muchos tener voz. Sin embargo, suele suceder que por la dinámica propia de las redes se haga más visible el periodismo que busca cosechar clics y el debate de fondo se puede perder.
Ante las múltiples críticas a la prensa y las preguntas que hacen audiencias y fuentes sobre el ejercicio profesional me pareció sano recordar algunos principios básicos de nuestro trabajo. Hice un hilo en Twitter que dejo por aquí como una invitación al debate sobre el papel de los periodistas en una democracia y sobre la importancia de que la sociedad entera defienda como principio la libertad de prensa porque el acceso a información fiable es un derecho colectivo. Los periodistas, por nuestro lado, debemos hacer la tarea con responsabilidad y máximo rigor. Aquí los trinos. Bienvenido el debate.
Defender la libertad de prensa no significa defender el mal periodismo que le hace mucho daño a esa libertad. Las audiencias deberían destacar el buen periodismo, exigir a toda la prensa calidad y rigor y también defender como principio democrático la libertad de prensa.
El buen periodismo no es el que confirma los prejuicios, es el que cuestiona y pregunta sin tergiversar, el que busca la verdad, confirma, da contexto, investiga, ayuda a entender. Ese periodismo es un activo en una democracia y corresponde a todos defenderlo y hacerlo visible.
El periodismo, por principio, debe ser contrapoder y vigilar a todos los poderes a nombre de la sociedad. Se hace periodismo desde la condición de seres humanos y desde ahí debemos buscar con responsabilidad la verdad más allá de los sesgos e intereses personales.
El deber ser de la prensa riñe muchas veces con lo que pasa en la realidad porque no siempre se hace periodismo responsable, pero no se puede generalizar. No son pocos, son miles, los periodistas que arriesgan la vida, la salud y su bienestar por informar bien.
Todos los poderes del Estado deben respetar la libertad de prensa y garantizar la protección de los periodistas en su ejercicio profesional.