¿Y si volvemos a presumir la inocencia?
Son tantas las normas que hoy se presume culpable a todo ciudadano y cada quien debe demostrar su inocencia ante cada circunstancia. El principio aquel de presumir la inocencia no existe más y hoy nos miran con sospecha en todos los rincones. Al ingresar a un centro comercial o al abordar un avión debo demostrar que no soy terrorista y en la notaría que soy quien soy y no una estafadora.